El acné, la fatiga crónica, y la irritabilidad son algunos de los síntomas que denotan un pH ácido, el cual es causado por condiciones atmosféricas, la alimentación y el estrés, entre otras cosas.
La dieta es uno de los principales determinantes del pH corporal: está recomendado que se consuma un 80% de alimentos alcalinos (frutas, verduras y proteínas) y un 20% de alimentos ácidos (carnes, lácteos y frutos secos) para mantener la alcalinidad del cuerpo.
Son muchos los beneficios de mantener el pH saludable: aumenta el nivel de energía y vitalidad, fortalece al sistema inmunológico, rejuvenece al organismo y mejora el estado de ánimo.
¿Qué es el pH?
El pH o potencial de hidrógeno, es lo que determina qué tan ácida o alcalina es una sustancia. Un 80% de la sangre es agua, y una de sus funciones es eliminar las toxinas y la acidez del cuerpo; cuando el pH no se encuentra alcalino, entonces hay una reacción de supervivencia ante la amenaza de la acidez. El cuerpo entonces para alcalinizarse, extrae calcio de los huesos y lo lleva a la sangre para alcalinizarla, lo cual puede derivar en descalcificación, y en los casos más extremos, en osteoporosis.
Este es tan solo uno de los ejemplos para establecer la importancia de mantener un pH sano, lo cual también se puede lograr manteniendo las vías naturales de desintoxicación (pulmones, riñones, intestinos y piel) en un estado saludable, por medio de la actividad física y un alto nivel de hidratación.
¿Cómo saber como está la alcalinidad en mi cuerpo?
La mejor forma de lograr un pH balanceado en tu cuerpo, es vivir con una actitud menos agresiva y controlar el estrés en nuestra vida. Esto, en combinación con una mejor dieta e hidratación. Si quieres hacerte una prueba para medir tus niveles de alcalinidad, convérsalo con un profesional de la salud de confianza. Las pruebas son muy sencillas y económicas.
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